Los Ministerios del Amor Santo
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24 de Noviembre del 2019
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos Míos, cada uno de ustedes recibe durante su vida todas las gracias necesarias para alcanzar el Paraíso eterno. La respuesta del alma a las gracias más pequeñas es lo que le otorga gracias más grandes e importantes. La gracia se construye sobre gracia. Por supuesto, la gracia más grande de todas es la aceptación de la verdad. En esta aceptación está la creencia en Mis mandamientos. El alma debe creer en Mis mandamientos para poder obedecerlos.”
“Rendirse a la verdad es la llave que abre la puerta a la santidad personal y a la salvación. Si el alma verdaderamente se rinde a la verdad, me amará con todo su corazón. Para poder viajar a cualquier tierra extranjera, ustedes necesitan un pasaporte. Hoy nuevamente les recuerdo que su pasaporte al Cielo es amarme a Mí sobre todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismos. Mediante una vida con este Amor Santo, el Cielo es suyo.”
“Cuando ustedes creen en Mí, también confían en Mí. Confíen en que Yo continuamente ofrezco gracia salvífica a los pecadores más implacables. Para Mí, nada es imposible.”
Lean Romanos 2:6-8
…que retribuirá a cada uno según sus obras. Él dará la Vida eterna a los que por su constancia en la práctica del bien, buscan la gloria, el honor y la inmortalidad. En cambio, castigará con la ira y la violencia a los rebeldes, a los que no se someten a la verdad y se dejan arrastrar por la injusticia.
24 de Noviembre del 2019
Mensaje Público
Jesús dice: “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“De verdad les digo, el momento más importante en la vida de cada persona es el momento presente. Es en ese momento cuando el alma elige ser santa –no pecar– y agradarme a Mí, o elige el error –el pecado– y agradarse a sí misma por encima del amor por Mí.”
“El libre albedrío es un regalo enorme, pero muchas veces se abusa de él por medio del amor propio desordenado. No obstante, hasta que el alma da su último aliento, el libre albedrío gobierna el destino eterno del alma.”